martes, 9 de octubre de 2012

Reseña de "Como un guante de seda forjado en hierro" de Daniel Clowes

Dentro del mundo de los comic-books que sirven de vehículo a un solo artista para exponer al mundo sus obsesiones personales, siempre a destacado Bola Ocho de Daniel Clowes. Publicado a razón de tres números al año desde 1989, ha sido el contenedor de todo tipo de feroces sátiras, en las que su autor ridiculiza a todo bicho viviente, particularmente perdedores varios, jóvenes con inquietudes artísticas e, inevitablemente, dibujantes de comic. Además, los primeros diez números de Bola Ocho también son el marco donde se serializa la extraña y fascinante narración que nos ocupa. Clowes comienza Como un guante de seda forjado en hierro sin un plan prefijado. Su protagonista entra en un cine donde se proyecta una sesión doble. En la segunda película, un personaje se quita una máscara: el espectador reconococe el rostro de una antigua novia, en cuya búsqueda decide partir. A partir de aquí Clay, cuyo nombre, se nos recuerda, está lleno de sentido (arcilla, una materia moldeable), emprende un viaje donde se moverá como un sonámbulo, siempre a merced de los acontecomientos más insólitos, de sus raros despertares en lugares inesperados.
Por el camino conocerá toda una galería de estrafalarios personajes, sujetos a las más diversas obsesiones; el rostro de uno de ellos nos observa fijamente en la primera viñeta de cada capítulo y, en el caso de la edición de La Cúpula, nos saluda desde la portada. Ni autor ni personaje conocen el destino final de esta búsqueda. Sólo nos resta seguirlos fascinados y disfrutar por el camino de la maestría narrativa de Clowes y de su limpio dibujo, en su vertiente más realista. Hasta el desconocido final del trayecto, a partir del cual, como en cualquier viaje que merezca la pena, nada podrá volver a ser como antes.
Juan Antonio Meca, Slumberland 2, 1995
-------------------------------------------------------
Comics de Daniel Clowes

No hay comentarios:

Publicar un comentario