La
verdad es que resulta bastante chocante enterarse de que el Duende Verde (o más bien, su nueva encarnación) no es un villano, sino que
es de los buenos. Pero, tras haber leído el primer número, la
verdad es que resulta de lo más natural. Y es que Tom DeFalco puede
no ser un guionista brillante, pero lo que sí es seguro es que es un
profesional de miedo. Juntando a dicho profesional el interés que
aporta en el apartado gráfico Scott McDaniel, el resultado es un
comic bastante legible (sobre todo porque McDaniel está en esta
serie mucho más contenido que en su etapa en Daredevil).
En este primer número se nos presenta (como es de rigor) el origen y
las motivaciones del personaje. La habilidad del guionista radica en
presentarnos un personaje (se trata de un adolescente) que,
precisamente, no tiene unas motivaciones exageradamente claras.
Aunque parece decantarse más hacia el bien que hacia el mal, su mala
cabeza le lleva en alguna ocasión a darse un paseo por el lado
salvaje. Con estas premisas, en los siguientes capítulos se narran
las historias de un superhéroe un tanto menos tópico y
bidimensional de lo habitual.
Así que, ya sabéis: si os gusta el género superheroico pero no sabéis con qué empezar, Duende Verde es la apuesta segura.
Armando Vila en Slumberland nº 14, 1996
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