Análisis de "Predicador" de Garth Ennis

Lo mejor de predicador es que relevó a Sandman sin imitar el estilo de la obra de Neil Gaiman. De hecho, Predicador no puede ser mas opuesto a Sandman. Nada de citas literarias y mitológicas, nada de personajes vaporosos y góticos, nada de hadas y cuervos. Predicador es directo, humano y violento, y sus ecos mas cinematográficos -esas conversaciones a lo Tarantino y esos despliegues del gore cómico- que literarios o incluso tebeísticos. Claro que el cine que hay en Predicador va mucho más alla de Reservoir Dogs, y mama de los clásicos de John Wayne y Clint Eastwood. "La serie iba a ser un western – explica Garth Ennis-. Y sus personajes iban a ser un personajes de western. El héroe defendería la justicia. La chica sería muy guapa. El amigo sería un picaruelo. Los villanos serían todos unos cabrones. Y también habría un bufón, un tipejo que siempre andaría dando vueltas por la escena. Además de eso, tendríamos al Santo de los Asesinos, que iba a ser la voz de la condena personificada. De ahí es de donde proceden los personajes. Por supuesto, después cada uno de ellos recibió un montón de capas añadidas. Tulip es la voz de la razón, y es quien mantiene a raya a Jesse. Es debido a su capacidad para defenderse solita por lo que él ha tenido que cambiar de idea sobre el lugar que tendrían que ocupar las mujeres. Jesse es el héroe, es su búsqueda, es su historia. Es un personaje a la antigua usanza por sus valores, no por su carácter ni por algunas de sus respuestas o instintos. Cassidy es el picaruelo, y también es, y eso es algo que empieza a resultar aparente en la serie, algo impredecible. Porque si hay algo de lo que tengo interés en hablar, además de la religión, es de la amistad, de lo que debemos esperar de nuestros amigos, y también de la debilidad, de la redención, todo eso aparecerá.
En cuanto a los villanos, me siento orgullosos de decir que son pura mierda. Starr es un puto mosntruo, y es uno de los personajes que más me gusta escribir poque con él puedo soltar todos los pensamientos negativos que me produce el mundo. Si no le arruina el día a alguien entonces no disfruta. Y el Santo, por supuesto, es un matarife. Todos los personajes que he mencionado llegarán hasta el final. Todos tienen un papel que representar en el gran plan. Y caraculo."

José María Méndez, volumen uno 2, 1999 

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Comics de Predicador