domingo, 24 de junio de 2012

Reseña del manga "Rurouni Kenshin" por Nobuhiro Watsuki


Su paso por la pantalla de televisión (en Canal+), hace que Rurouni Kenshin sea una de las máximas candidatas del año para éxito de ventas del manga, prospección que el público dirá si se confirma o no. Lo que si podemos decir desde ya es que estamos ante un manga que da gusto leer (aunque sea en sentido inverso). Protagonizado por un melancólico samurai vagabundo y ex-asesino con cara afeminada, por una jovencita ayudante de maestro de kendo y por un niño rebelde que quiere aprender el camino de la espada, la mitad de la gracia de Rurouni Kenshin está en el encanto de los personajes, que partiendo, de moldes extremadamente tópicos, se hacen entrañables con gran rapidez. La otra mitad está en la ambientación: situada en el último tramo del siglo XIX, Rorouni Kenshin nos muestra un período decisivo de crisis y transición para Japón, el inicio de la Era Meiji, la modernización y occidentalización de País del Sol naciente.
Un mundo viejo está muriendo, otro mundo nuevo está naciendo, y en este decorado se entremezclan elementos de uno y de otro. Lástima que argumentalmente la serie no supere los esquemas de batallas y enfrentamientos de fuerza más bien formularios. Un desenfadado y japonés western crepuscular.
Trajano Bermudez, volumen uno 8, 1999

No hay comentarios:

Publicar un comentario