Tebeo
para todos los públicos, éxito del comic independiente, Bone
es un rara
avis dentro del mercado norteamericano. Pasó de vender 2.000 ejemplares en su primer número a 60.000 en su sexto, antes de actualizarse en sus actuales 30.000 (además de su posterior publicación en revistas de la casa Disney, con una media de lectores muy muy superior). Este éxito posibilitó que su autor, Jeff Smith, se haya dedicado en exclusiva a su creación justo cuando estaba a punto de tirar la toalla y volver al mundo de la animación del que había salido.
avis dentro del mercado norteamericano. Pasó de vender 2.000 ejemplares en su primer número a 60.000 en su sexto, antes de actualizarse en sus actuales 30.000 (además de su posterior publicación en revistas de la casa Disney, con una media de lectores muy muy superior). Este éxito posibilitó que su autor, Jeff Smith, se haya dedicado en exclusiva a su creación justo cuando estaba a punto de tirar la toalla y volver al mundo de la animación del que había salido.
Bone
cuenta la historia de los tres hermanos Bone intentando encontrar un
lugar fuera del pueblo del que les han expulsado por los turbios
manejos de uno de ellos. El problema es que el mundo exterior está
al borde de una guerra con dragones, princesas, señores de las
langostas, criaturas ratunas, etc. Lo que así descrito parece una de
fantasía heróica tolkienesca más no lo es debido a un abundante
sentido del humor, un completo distanciamiento de las constantes del
género, un dibujo muy disneyano y una trama que tarda más en
desarrollarse que un manga de los pesados debido a mil y una
anécdotas secundarias cuya función parece retrasar la conclusión
de la trama general.
En
todo y con todo, es un excelente tebeo que, por lógica, debería
editar una empresa grande que le diera la difusión y la publicidad
que merece y así llegar a ese todos los públicos al que va
destinado. Como el mundo es ilógico, lo edita una empresa a la que
deseamos que este tebeo sirva para que acabe convirtiéndose en
grande. Por desear que no quede.
Lorenzo F. Díaz
Slumberland nº 32, 1997
No hay comentarios:
Publicar un comentario